El Tottenham,
equipo londinense de la Premier League ,
ha protagonizado este verano la operación más sonada desde hace años. Con la
venta de su estrella, Gareth Bale, los “Spurs” han sido capaces de reconstruir
un nuevo equipo y así dar forma a las peticiones de su técnico André Vilas
Boas. Esta temporada la plantilla del Tottenham está incluso mejorada con
respecto a la del año anterior; y es que han mantenido prácticamente el mismo
bloque del año pasado (apenas ha habido 4 bajas) pero siendo mejorado con
incorporaciones de gran nivel que le den al equipo ese salto de calidad y que
le permitan aspirar a todo.
Puede que el
fichaje de Bale por el Tottenham, en su día, haya sido uno de los fichajes más
amortizados de la historia por no decir que el que más. En el año 2007 el
equipo londinense pagó 14 millones de euros al Southampton para hacerse con sus
servicios. El Tottenham le hizo un contrato por seis temporadas, que
posteriormente sería ampliado en dos ocasiones. En el mes de marzo del 2011 los
“Spurs” le ampliarían el contrato hasta el año 2015, mientras que en el verano
de 2012 el contrato de Bale sería ampliado hasta el 2016, con el
correspondiente aumento de su ficha y de su cláusula.
Cuando Bale firmó
su última renovación (la del año 2012) su valor de mercado era de unos 40
millones euros, y al haber firmado hasta el año 2016, saldría un valor de 10
millones de euros anuales para el Tottenham, que es lo que resulta de dividir
los 40 millones entre cuatro años. Un año después de esta renovación, el valor
de mercado del galés subió de los 40
a los 65 millones de euros.
Sin embargo, para
el Tottenham el valor real de Gareth Bale a principios del año 2013 era de 30
millones de euros. Esta cifra saldría de los 10 millones de euros anuales,
comentados antes, multiplicados por los 3 años de contrato que aún le quedaban
al crack galés. Estos 30 millones serían multiplicados a su vez por la
revalorización del valor de mercado del futbolista, que según la página “fútbolfinanzas.com”
sería de un 62,5% (40 millones de valor en 2012 hasta los 65 millones de 2013
es un 62,5%). Finalmente, al multiplicar los 30 millones de euros por el 62,5%
de revalorización del jugador, tendríamos una cifra de 48,75 millones de euros.
Este sería el valor de mercado del futbolista, un valor que equivale más o
menos a la mitad del precio por el que lo han vendido. De todas formas el
fútbol ha llegado a un punto en el que el valor de mercado de los jugadores se
está convirtiendo en una mera anécdota, ya que hoy en día los clubes con gran
potencial económico pagan cifras astronómicas por los futbolistas con tal de
satisfacer sus caprichos.
El Tottenham se
hizo con los servicios de Bale en el año 2007, y tras dos ampliaciones de
contrato todo apuntaba a que el galés permanecería con los “Spurs” hasta 2016.
Teniendo en cuenta esto, el coste de la amortización total de Bale era muy bajo
(14 millones de su fichaje entre 9 años de contrato da 1,55 millones de euros
anuales). Al haber estado seis de los nueve años de contrato (de 2007 a 2013) en el equipo
londinense, el coste total en concepto de amortización ha sido de 9,33 millones
de euros (1,55 x 6 años). Por lo que aún quedaban por amortizar cerca de cuatro
millones y medio de euros, 4,66 millones para ser exactos.
Al traspasar a
Gareth Bale al Real Madrid por 91 millones de euros según el conjunto blanco, o
por 101 millones como se afirma desde Londres, los beneficios extraordinarios
de la operación para el Tottenham serían de 86,33 millones según el precio de
venta del Real Madrid (91-4,66) o de 96,33 millones según el precio de venta de
los “Spurs” (101-4,66).
Además de obtener
estos beneficios por Bale, el Tottenham tampoco es que se dejase “mucho” dinero
en el jugador a lo largo de sus años como “Spur”, ya que Bale cobraba 4,5
millones de euros al año en Londres, una cifra muy lejana a lo que cobrará
ahora en Madrid. Por ello, el gasto para el Tottenham en concepto de salario
del jugador ha sido de 25,5 millones de euros en 6 años. Una cifra que Bale
sobrepasará en Madrid en la mitad de años.
El Tottenham se
puso manos a la obra, desde antes de vender a Bale, en seguir la pista a
grandes futbolistas ante la más que probable marcha del jugador galés. Finalmente
Bale puso rumbo al Santiago Bernabeu y el Tottenham realizó hasta siete
incorporaciones, con el dinero recaudado con la venta de Bale al Real Madrid,
con las que espera poder pelear de igual a igual con los más grandes. Los siete fichajes del Tottenham han sido
los siguientes: Roberto Soldado
(delantero procedente del Valencia que ha costado 30 millones de euros), Erik Lamela (habilidoso
interior/mediapunta argentino procedente de la Roma que ha costado otros 30 millones), Paulinho (centrocampista brasileño de
trabajo y llegada, fichado por 20 millones al Corinthians brasileño), Ettiene Capoue (defensa, lateral o
mediocentro de contención francés por el que han pagado 11 millones. Procede
del Toulouse), Vlad Chiriches
(prometedor central rumano de 23 años procedente del Steaua de Bucarest que ha
costado 9,5 millones), Nacer Chadli
(centrocampista/interior belga de fuerza y recorrido, fichado del Twente
holandés por 8 millones) y por último Christian
Eriksen, fichado del Ajax de Amsterdam por 12 millones de euros.
Eriksen ha sido el
último de los fichajes del Tottenham y también la guinda al pastel; y es que el
jugador danés posee una técnica al alcance de muy pocos. Su forma de entender
el fútbol, su visión de juego, sus pases, sus movimientos si balón y su golpeo
del mismo hacen de él una valiosísima apuesta de futuro para los “Spurs”, que
depositarán en él toda su confianza, ya que del nivel de Eriksen puede depender
mucho el papel que haga el Tottenham este curso.
Finalmente decir
que a pesar de lo que ha ingresado el Tottenham por Bale, el equipo londinense
ha decidido apostar fuerte e invertir los cerca de 100 millones del traspaso
del galés en fichar a siete futbolistas. Lo que demuestra una vez más que el
fútbol se convierte en un constante baile de números y cifras que irá cada día
a más.
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