miércoles, 9 de octubre de 2013

¡Aguanta Viejo!

Son malos tiempos para un Racing de Santander, ahora centenario, que ha tenido que sufrir dos descensos consecutivos en dos años y que ahora se encuentra al borde de la desaparición por la pésima gestión y administración del club.

En 1913, hace ya más de 100 años, unos chavales que vivían en las inmediaciones de la actual Plaza Pombo de Santander fundaron este histórico club de fútbol, que participó en la primera Liga española de la historia junto a equipos como el Real Madrid, el Barcelona, el Espanyol y el Athletic Club de Bilbao entre otros. Actualmente, y desde la llegada del empresario indio Alí Syed, el Racing se encuentra comandado por unos auténticos “chorizos” que han llevado al club a la ruina absoluta y que han conseguido que una ciudad como Santander pase de ver jugar a su equipo contra aquel Manchester City de Robinho, en la Uefa Europa League, a jugar contra equipos de la categoría de bronce del fútbol español.


Este año, precisamente el de su centenario, el Racing de Santander afronta posiblemente el año más duro de su historia al tener una deuda de 30 millones de euros a sus espaldas que le ha puesto en el disparadero. Nadie quiere oír hablar de la más que probable desaparición del club, algo que hasta ahora no se veía tan cercano. Pero la realidad es otra y es dura.

Por fin la Liga de Fútbol Profesional (LFP) junto con Corelia, la empresa representante de los acreedores, han solicitado de forma conjunta la administración judicial del equipo cántabro en el Juzgado de lo Mercantil número 1 de Santander. De esta forma, han mostrado su respaldo al Gobierno de Cantabria, al colectivo de ex jugadores, a las peñas y a los pequeños accionistas del club en su difícil misión de “sacar la basura de Santander”. O dicho de otra forma, de alejar al actual Consejo de Administración presidido por Ángel Lavín (Harry) de la gestión de un club histórico que puede estar viviendo sus últimos días debido a la importante deuda que tiene que afrontar.

Tanto la Asociación de ex jugadores del club como el colectivo de peñas racinguistas ven en la aprobación de esa administración judicial la única vía posible de salvación para la entidad. La solicitud en el tribunal se produjo el mismo día en el que, en teoría, se cerraba la prórroga impuesta por el Racing a la tercera fase del proceso de ampliación de capital, extendida de nuevo hasta el 16 de octubre “gracias” a la labor de personajes como Lavín y Pernía, que no quisieron valorar la petición de los acreedores. 

El motivo principal por el que la Liga de Fútbol Profesional y Corelia (ambos miembros de la Comisión de seguimiento del convenio de acreedores del Racing) han decidido dar este paso adelante puede tener que ver con el incumplimiento del pago a Hacienda. El Racing no abonó el millón de euros correspondiente al segundo plazo, con una deuda total de 9,5 millones de euros; y por ello Hacienda ha embargado de forma preventiva todos los ingresos del club, incluidos los 2,2 millones del fondo de compensación por el descenso que el Racing debía recibir este mes de octubre. 

A todo esto habría que añadir que el Racing es un club con un presidente, Lavín, imputado por posibles delitos societarios continuados; que además no ha dado ningún tipo de explicación de a dónde fueron los dos millones de euros que el Racing recibió por el traspaso de Jairo al Sevilla. Por si esto fuera poco, el hecho de que los jugadores de la primera plantilla del Racing no tengan la certeza de que mes cobrarán y que mes no, pone aún más de manifiesto la paupérrima gestión de un club histórico como el Racing de Santander.

No hay un plazo determinado para que el magistrado tome una decisión sobre la petición de la administración judicial, aunque el período de tiempo en este tipo de decisiones suele oscilar entre uno y dos meses. Uno o dos meses de larga espera para una afición racinguista esperanzada con poder seguir viendo a su club de toda la vida aunque sea en los campos de Segunda B o incluso en los de Tercera División. Lo fundamental es que no quiten la ilusión, la pasión y el “gusanillo” de cada domingo a  todos los miles de seguidores de un viejo equipo que ha sido capaz de pelear cara a cara e incluso derrotar a los más grandes de Primera División.

No es la primera vez que se solicita la administración judicial del Racing, ya que antes ya lo hicieron los exjugadores en su querella criminal contra Lavín y Pernía; el propio Jacobo de Montalvo, anterior propietario; el Gobierno cántabro; y las asociaciones de peñas (APR) y pequeños accionistas (AUPA). En todos estos casos fue rechazada, pero ahora las condiciones son muy diferentes ya que son los acreedores quienes lo piden, un dato fundamental. “Los primeros interesados en que el Racing siga vivo son los acreedores”, manifestó Bernardo Colsa, presidente de la Asociación de Peñas y portavoz de los pequeños accionistas.

Las reacciones a esta noticia no tardaron en llegar. El presidente de Cantabria, Ignacio Diego, se mostró alegre y satisfecho con la decisión de la Liga de Fútbol Profesional y Corelia de solicitar un administrador judicial para el Racing, recordando que el Gobierno de Cantabria ya lo sugirió en su momento. Por su parte, Paco Liaño, ex portero del Racing y Deportivo de la Coruña, y portavoz de la Asociación de ex jugadores se mostró feliz a la par que prudente manifestando que “una cosa es que se haya pedido la administración judicial y otra cosa es que el juez la apruebe, pero es un gran paso adelante”. Por último, Bernardo Colsa vio en esta solicitud un premio a la perseverancia de la afición racinguista, que ya lleva dos años tratando de sacar de la dirección del club a impresentables como Ángel Lavín y Francisco Pernía.

Ahora más que nunca el racinguismo debe estar unido y luchar por un Racing limpio. Un Racing como el de antaño, en el que jugadores como José Moratón, Ceballos, Neru, Matabuena, Munitis, Colsa, Pablo Casar o Quique Setién (actual entrenador del Lugo) corrían por los Campos de Sport “partiéndose el pecho” por el equipo de su tierra, peleando de tú a tú con los más grandes sin arrugarse en ningún momento, y ofreciendo a la afición santanderina la oportunidad de emocionarse e ilusionarse cada domingo.

La lucha, la casta y la garra eran las señas de identidad de un equipo que ahora, con más de cien años de historia, tratará de evitar su desaparición. Y para evitar que este club histórico de Primera División desaparezca es imprescindible sacar al “enemigo” de casa. Por ello, todos los racinguistas confiamos en que el juez encargado de llevar el caso apruebe la administración judicial del Racing y que así, nos libremos de una vez por todas de estos sinvergüenzas que lo único que hacen es destrozar sin pudor un equipo centenario de una ciudad maravillosa y con una afición luchadora, incondicional y ejemplar.  

1 comentario:

  1. Estoy totalmente de acuerdo con le tema comentado, creo que el fútbol así como la política debería de ser totalmente ajena a este tipo de manipulaciones,trapicheos y manos invisibles que todo lo que tocan, como si fuese la misma lepra, muere. Señores, el Racing de Santander, como otros tantos equipo están en esta situación por dinero, sólo por dinero, por la gestión nefasta de personas que han intentado lucrarse a costa de deportistas, de sus socios, de personas que desde pequeños han ido al sardinero y que lo llevan en la sangre. Esa sangre hay que respetarla, porque pasa de padres a hijos, de abuelos a padres, pero, ¿por que no hay nadie que pare esto?. Señores estamos en el siglo XXI, detrás de nosotros vienen personas con criterio, capaces de decir al más pintado que deje paso o que se compre un bosque y se pierda, para siempre. El fútbol es historia y el Racing de Santander es fútbol. Soy madridista , pero animo a todo Racinguista que cuando vea algo que pueda perjudicar a sus colores que de la cara por ellos y entre todos, podremos desenmascarar a toda esta gente que ensucia algo tan bonito como es fútbol. Por lo menos a mi me lo parece, empezando desde el futbol base, que también podría extenderme hasta los profesionales.

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