jueves, 19 de septiembre de 2013

Tras un siglo de fútbol en “La Catedral”, el Athletic Club de Bilbao cambia de casa.

Cien años después, el Athletic deja una casa llena de recuerdos, gestas y míticos futbolistas para pasar a otra, también con el nombre de San Mamés, que está edificada con una arquitectura moderna y amable con el exterior, de forma que se acerque e identifique con la ciudad de Bilbao.

La cercanía de la grada con el césped es tremenda. Otros dos aspectos clave de San Mamés son el color rojo intenso y la gran cubierta, que se despliega justo hasta la vertical sobre el césped para envolver todo el campo. Cabe recordar que la grada, que es tremendamente vertical, está todo lo cerca del césped que permite la FIFA.

El nuevo estadio ha sido edificado en dos años y dos meses, un tiempo récord. El recuerdo de la vieja “Catedral” quedará para siempre en este estadio de San Mamés, ya que la grada sur que falta por levantar (hasta ahora se han construido tres cuartas partes del campo) irá justamente sobre lo que era la Tribuna Principal de la “Catedral”.


El nuevo San Mamés es todo un privilegio para sus aficionados. El impacto visual del campo es increíble e impresionante; todo de un rojo intenso que, unido a su peculiar “cerramiento”, convierten a San Mamés en un “primo-hermano” de estadios como el del Benfica o el Arsenal. Su diseño es semejante al que pueda tener un Coliseo romano, y esto hace que los futbolistas no puedan ver el estadio desde el túnel y solo oigan el intenso griterío de una afición ejemplar como la bilbaína. 

En mi opinión, lo que más impresiona del estadio es la cubierta. Tiene una estructura impactante orientada al círculo central para centrar exclusivamente la atención y la presión en el terreno de juego, iluminado por focos incorporados al soporte de la propia cubierta. Otro aspecto a tener muy en cuenta es la gran sonoridad que proporciona este estadio, envolviendo a los jugadores en una atmósfera de gran intensidad, al estar empujados constantemente por su afición.

Con este nuevo estadio el Athletic pasará a tener de 34.373 socios a 41.000, lo que supone un 19% más. Este nuevo estadio aspira a tener la acreditación ELITE de la UEFA. La cantidad mínima de espectadores para tener esta acreditación es de 50.000. El coste de este nuevo estadio está cifrado en 173 millones de euros, ocupando una superficie de 33.838 metros cuadrados y con una altura máxima de 37 metros. Los días de partido el campo tendrá una iluminación roja intensa y cuando el Athletic marque gol parpadearán unos leds. Destaca un gran arco al final del túnel de salida de los jugadores, que es retráctil para no impedir la visibilidad del espectador, así como la presencia del busto de “Pichichi”, que irá colocado en la parte superior de la tribuna principal baja.

Kutxabank y el Gobierno vasco han aportado 50 millones de euros cada uno, al igual que la diputación de Bizkaia. El Athletic ha puesto 33 millones de euros y el Ayuntamiento de Bilbao también ha contribuido a la causa aportando 11 millones euros. La verdad que toda la ciudad se ha volcado con este proyecto. Es una ciudad que se siente plenamente identificada con su equipo, sus colores y su filisofía, y que cada domingo abarrota las calles y los bares de Bilbao para dar aliento y empuje a los suyos hasta el último segundo; algo que sin duda es admirable en los tiempos que corren.

San Mamés aún crecerá más, pero esto no se producirá hasta la primavera del año 2015, aproximadamente; momento en el que la obra habrá concluido y hará que San Mamés disponga de más de 53.000 localidades. Por todos estos datos que he descubierto, considero que San Mamés sería un estadio perfecto para disputar varios partidos de la Eurocopa de 2020, convirtiéndose por tanto en un serio aspirante a la causa.



No hay comentarios:

Publicar un comentario