¿Quién
no ha disfrutado viendo jugar al fútbol a Roberto Carlos? Su velocidad
endiablada, sus continuas carreras por la banda y sobretodo su fortísimo golpeo
de balón, tanto de libre directo como desde fuera del área, han hecho de él una
leyenda viva del fútbol. Por todo ello junto con su grandísimo palmarés, se
merece ser reconocido como el mejor lateral izquierdo de toda una época.
Roberto Carlos siempre ha sido un ganador nato. Así lo demuestra su palmarés interminable plagado de títulos históricos a nivel nacional e internacional, tanto con sus clubes como con la “canarinha”. Con el Plameiras brasileño (tercer equipo en el que estuvo) ganó el Brasileirao en 1993 y 1994. Como jugador del Real Madrid (club en el que disputó más partidos) lo ganó prácticamente todo. Se proclamó campeón de 4 Ligas (1997, 2001, 2003, 2007), 3 Ligas de Campeones (1998, 2000, 2002), 2 Copas Intercontinentales (1998 y 2002), una Supercopa de Europa (2002) y 3 Supercopas de España (1997, 2001, 2003). Y ya con el Fenerbache, se alzó con dos Supercopas turcas (2007, 2009).
Con
la selección nacional tampoco se quedó corto, ya que consiguió alzarse con un
Mundial en el año 2002, con 2 Copas América (1997, 1999) y con una Copa
Confederaciones en el 1997. Además de todos estos títulos a nivel colectivo,
Roberto Carlos ha sido distinguido con numerosos premios individuales: FIFA
World Player Plata en 1997, Trofeo EFE en 1998, Equipo de las estrellas de la Copa Mundial de Fútbol de 2002,
Balón de Plata (2002), Equipo ideal de la UEFA en 2002 y 2003, Equipo del Año ESM (1997,
1998, 2000, 2001, 2002, 2003, 2004), además de ser galardonado como miembro
FIFA 100 en el año 2004.
Sin
lugar a dudas, Roberto Carlos es el lateral izquierdo más goleador que he
podido ver en mi vida. Ha sido un goleador por excelencia que ha metido
auténticos golazos de todos los colores y formas (concretamente 124 goles en
partidos oficiales). Sus constantes incorporaciones al ataque han hecho de él
un defensor goleador y una auténtica amenaza para las defensas rivales. Y si
además tenemos en cuenta su particular forma de ejecutar los libres directos y
los lanzamientos de penalti, con la más absoluta eficacia, tendríamos ante
nosotros a un auténtico “killer” en forma de lateral izquierdo.
Aquí
os dejo algunos de sus mejores goles:
Empezó su carrera profesional a la temprana edad de
los 14 años. En 1988 pasó las pruebas en el União São
João (su primer equipo profesional) firmando un contrato por por cuatro temporadas. En 1992
Roberto Carlos hizo su debut en el famoso Atlético Mineiro, para a principios
de 1993 ser traspasado al Plameiras. El fichaje le costó al club más de 500.000
dólares y el futbolista se incorporó rápidamente al equipo principal del
Palmeiras, con el que ganaría dos Brasileiraos. Años más tarde, en 1995,
Roberto Carlos dio el salto al fútbol europeo, incorporándose a la disciplina
del Inter de Milán a razón de 3,5 millones de euros. Con el equipo italiano
participó en 34 partidos y anotó 7 goles.
Sin embargo su época dorada no
llegaría hasta que recaló en el Real Madrid. Fue en la temporada 96/97, con Fabio
Capello como técnico blanco. El Real Madrid aún no sabía en esa temporada de
que manera rentabilizaría el fichaje de este todavía joven lateral zurdo. En la
casa blanca permanecería durante 11 magníficas temporadas en las que se alzó
con todo tipo de títulos colectivos y de distinciones individuales. Además, se
convirtió en el jugador no nacido en España con más partidos jugados en el Real
Madrid, formando parte del combinado de jugadores que consiguió la ansiada
séptima Copa de Europa en 1998 y convirtiéndose, en 2002, en uno de los pocos
jugadores en haber ganado la Copa
de Europa y la Copa
del Mundo en el mismo año. Su
palmarés con el Real Madrid fue un auténtico escándalo, ya que como jugador del
conjunto blanco conseguiría la friolera de cuatro Ligas, tres Ligas de Campeones, tres Supercopas de España, una Supercopa de Europa y dos Copas Intercontinentales. La temporada 2006/07, que terminó con la consecución
del título de Liga número 30 para el club, fue la última de sus once temporadas
en el conjunto merengue, que
comenzaron en la temporada 96/97 también con la obtención del título de
Liga y precisamente con el mismo entrenador, Fabio
Capello.
Posteriormente, ya en el 2007, Roberto Carlos firmaría con el Fenerbache turco por tres temporadas, aunque solo disputaría dos de ellas, sumando un total de 103 encuentros, anotando 10 goles y
consiguendo dos Supercopas turcas. Ya en el año 2009 regresaría a Brasil para
recalar en el Corinthians, donde firmaría un contrato por dos temporadas. En el
conjunto brasileño disputó un total de 57 partidos y marcó 4 goles; pero el 12
de febrero de 2011, después de la derrota en la Copa Libertadores, tuvo que rescindir su
contrato con el club debido a las amenazas que recibió por parte de los hinchas.
Después de esto, el lateral firmaría, el 12 de febrero de 20011 un contrato de 10 millones de euros por dos años y el resto de esa temporada con el Anzhi ruso; equipo que además le dio la capitanía. El 30 de septiembre de 2011 Roberto Carlos se convirtió en el primer entrenador del Anzhi tras el despido de Gadzhi Gadzhiyev. Finalmente, el 12 de febrero, día en el que hizo el saque de honor en el Santiago Bernabéu, Roberto Carlos anunciaría su retirada definitiva del fútbol al concluir la temporada 2012/13.
Este año Roberto Carlos afronta un importante proyecto y un nuevo reto personal en su interminable trayectoria deportiva. Tendrá la misión de dirigir al Sivasspor de la Super Lig de Turquía, tras haber firmado un contrato por dos temporadas como nuevo entrenador del conjunto turco.
Por último, simplemente decir que Roberto Carlos siempre será ese pequeño pero potente lateral izquierdo (1,68 metros) que era capaz de recorrer la distancia de 100 metros en menos de 10,7 segundos y de golpear al balón a una velocidad de entre 130 y 150 kilómetros por hora en sus lanzamientos de falta.