Juan Iturbe,
futbolista internacional Sub-20 por Argentina (nacido en Buenos Aires), pero de
ascendencia paraguaya por sus padres, es un explosivo y polivalente atacante o
más bien “trescuartista” zurdo, que intentó llevar a puestos europeos al
modesto y recién ascendido Hellas Verona de la
Serie A italiana.
Tras una campaña
estratosférica en el Hellas Verona, Iturbe nos sigue deslumbrando este año en
uno de los clásicos italianos, la
Roma de Rudy García.
Con el
deslumbrante inicio de campaña pasada, formando una dupla demoledora junto con
el veterano Luca Toni, y el trepidante inicio de esta, Iturbe está llamando a
la puerta de la selección absoluta de Argentina.
Además, su calidad
tampoco ha pasado inadvertida para varios “grandes europeos” como el Fútbol
Club Barcelona que, según fuentes cercanas al propio jugador, le está siguiendo
la pista desde el inicio de la presente campaña.
Con tan solo 21
años, Iturbe está destapando a lo grande su faceta goleadora en la
Serie A italiana, además de ir puliendo y
mejorando su técnica y velocidad con el balón en los pies. Ahora demuestra una
madurez que en el Oporto brilló por su ausencia.
Conocido como el
“Messi guaraní”, Iturbe destaca principalmente por su conducción del esférico.
Siempre lleva “cosido” el balón al pie con una velocidad de vértigo y con una
capacidad de desborde realmente asombrosa.
Su bajo centro de
gravedad (1,69 metros )
le permite moverse con muchísima agilidad y zafarse de los rivales con la
pelota bien controlada y con mucha rapidez.
Si en algo es
especialista Iturbe, se podría decir que es en provocar faltas e infracciones.
Su atrevimiento, explosividad y velocidad endiablada, junto con sus numerosos cambios
de ritmo, hacen que sea realmente complicado arrebatarle el balón sin hacerle
falta previa. Además, siempre demuestra tener la suficiente sangre fría como
para amagar el momento oportuno o como para elegir dar un pase cuando parece
que se dispone a disparar a puerta.
Otra de las
cualidades de este pequeño atacante es su polivalencia. Suele actuar como un
segundo punta partiendo desde cualquiera de las dos bandas, para luego meterse
hacia dentro y acabar él mismo la jugada. Pero no todo son cambios de ritmo y
desborde, ya que Iturbe también ha demostrado poder jugar de mediapunta,
haciendo gala de su buena visión de juego, su pase y su exquisita técnica
individual.
Iturbe es de esos
jugadores que siempre apetece ver. Es de esos que siempre dejan detalles de
calidad y que deslumbran con vertiginosas y explosivas arrancadas por la banda,
desquiciando a las defensas. Si a esto le añadimos la pegada y eficacia
goleadora que está demostrando en Italia, tenemos ante nosotros a un claro
proyecto de estrella del fútbol, siempre y cuando demuestre la continuidad y
madurez que no demostró en Portugal.